domingo, 7 de agosto de 2011

Montaña rusa


Pasé por un parque de atracciones, estuve mucho rato ante la montaña rusa, veía que la mayoría de las personas entraban allí en busca de emociones, pero cuando ésta se ponía en marcha, se morían de miedo incluso pedían que pararan sus vagones.
¿Pero que es lo que quieren? Si escoges la aventura, ¿No deberías estar preparado para ir hasta el final? ¿O una vez dentro creen que sería más inteligente no pasar por estos sube y baja, y montarse todo el tiempo en un tiovivo girando en el mismo sitio?
La montaña rusa ha sido mi vida en estos tiempos, un juego fuerte y alucinante, lanzarse en paracaídas, arriesgarse, caer y volver a levantarse, es alpinismo, es querer subir a lo alto de uno mismo y sentirse insatisfecho y angustiado cuando no se consigue.
La primera sensación es de estar prisionera, de sentir pavor en las curvas, de querer vomitar y salir de allí. Sin embargo, he confiado en que los raíles son mi destino, que va a llegar hasta el final, pero mientras dura el viaje, tengo que ver el paisaje alrededor.

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