miércoles, 4 de septiembre de 2013

Dudas afloran en mi caótica y atolondrada cabeza, no llego a ser capaz de saber que quiero o lo que sería correcto.
He llegado al punto que hasta es doloroso el dejarme llevar.
Tomar decisiones a veces cuesta pero es algo fundamental para seguir viviendo, para seguir creciendo como persona e ir creandote ese fatídico futuro.
Me quedan lágrimas aún por derramar, infinitas experiencias desagradables y también momentos buenos e inolvidables pero... no me apasiona vivir pensando en ello.
Ojala pudiera volar, y volar tan alto que pudiéramos verlo todo desde arriba de una forma que nada nos afecte y así poder tomar objetivamente la mejor solución.
Hoy voy de luto por dentro porque muchas de mis seguras decisiones han fallecido, se ha ido de mi mano mi futuro más seguro, mis metas más cercanas...
¿Cómo puede ser que los sentimientos propios afecten a tantos campos de nuestra vida?
Son tremendamente demoledores.
Yo... la chica de témpano, de frias y calculadas decisiones, segura de mi misma...
Hoy llueve y hay tormenta en mi interior, es un día para el olvido,
un día descubriendo otra parte de mí intentando solucionar un dudoso conflicto.

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