
Fuera de mi ventana sólo veo coches veloces, motos alocadas, que dejan el tráfico atrás. He aprendido una pequeña verdad, el mundo te quiere rápido para que llegues a tiempo. Te quiere veloz para recordar sólo el sonido de tus pasos y es por eso que cuando te acuerdas que no vas a ningún lado, aceleras.
Te quiere veloz, pero deberia quererte despacito, para recordar algo mas que el sonido de tus pasos.
ResponderEliminarYo no encuentro el acelerador.