Aquella noche me propusiste fingir que dormíamos uno al lado del otro para ver que se sentía, pude vernos desde arriba, probablemente en otra vida hubiese querido sentir eso para siempre, parar el reloj y detenernos en ese momento, compartir una vida a tu lado hasta que nuestra luz se apague.
En ese momento era feliz, no había nada que fingir, nunca antes me había sentido así, tan libre, con él no sentía limitaciones si hasta presentía que la magia segundo a segundo aumentaba más. Me sentía tan afortunada, tan llena de vida como si no existiera otra como yo en el mundo. Jamás imaginé tener la suerte de que me pasara algo así”, pero me pasó por un momento pude creer en lo que hacía mucho tiempo no creía.
Después de aquello guardaron silencio mis fantasmas, y una luz brillante se enfocaba en mis ojos... La luz del día me despertó y ya supe que mi historia había acabado aquí, todos tenemos una historia así, unos más largas otros más cortas “si me dieran a elegir una vez más, te elegiría sin pensarlo; es que no hay nada que pensar. Cuando lo sabes te importa muy poco coger ese tren sin saber su destino. Si no existe razón ni motivo para dudarlo ni un segundo, es que tú has sido lo mejor de todo este corazón; que te prefiero más que nada en este mundo…”
Que me haya ocurrido durante pocas horas me sigue manteniendo con la misma sonrisa, porque te volví a encontrar como ya lo había hecho antes. “No pierdas nunca la sonrisa, nada vale tanto..”
Un beso y hasta otra vida..
